El género de una persona puede ser revelado por el olor corporal
Publicado en 12/07/2025 05:00
Ciencia, tecnología e innovación

¿Puede nuestro cuerpo emitir señales químicas lo suficientemente potentes como para delatar si somos hombres o mujeres?

La pregunta, que durante décadas ha alimentado tanto la curiosidad científica como el imaginario popular, ha sido objeto de numerosos estudios. Y aunque la respuesta no es tan simple como un “sí” o un “no”, la ciencia ha arrojado luz sobre cómo el olor corporal puede, en ciertos contextos, estar relacionado con el género.

El olor corporal: una firma química única

Cada ser humano tiene un olor corporal característico, determinado por una compleja interacción entre la genética, las glándulas sudoríparas, la microbiota de la piel y factores externos como la dieta, la higiene y el entorno. Sin embargo, existen diferencias detectables, en promedio, entre los olores corporales de hombres y mujeres.

Estas diferencias no se deben a un «olor masculino» o «femenino» en sí, sino a la composición química de las secreciones corporales y cómo estas interactúan con las bacterias de la piel. Las glándulas apocrinas, responsables del sudor asociado al olor, son más activas durante la pubertad y se desarrollan bajo la influencia de las hormonas sexuales, como la testosterona y los estrógenos. Este hecho introduce una primera variable relacionada con el género.

Estudios científicos: ¿puede el olfato detectar el género?

Varios experimentos han evaluado si las personas pueden identificar el género de alguien simplemente oliendo muestras de sudor. En un estudio publicado en Psychological Science, participantes fueron expuestos a muestras anónimas de camisetas usadas por hombres y mujeres. Aunque la tasa de acierto fue mejor que el azar, no fue concluyente. Sin embargo, otros estudios más recientes, como los realizados por investigadores del Instituto Karolinska (Suecia), mostraron que ciertos compuestos químicos —como la androstadienona (más común en hombres) y la estratetraenol (más común en mujeres)— pueden activar regiones del cerebro de forma diferenciada según el género del receptor.

Estos hallazgos han llevado a pensar que el cerebro humano está, en cierto modo, «programado» para responder a señales químicas sutiles que podrían tener un papel en la atracción sexual o el reconocimiento social, aunque de forma mucho más débil que en otros mamíferos.

¿Qué papel juega la percepción cultural?

El contexto sociocultural también influye. Los olores no se interpretan en un vacío. Las expectativas sociales, los prejuicios de género y la familiaridad con ciertos entornos (como los gimnasios o los espacios laborales) pueden alterar la percepción olfativa. Además, los productos de higiene, perfumes y desodorantes enmascaran el olor natural y pueden incluso reforzar estereotipos sensoriales: aromas florales para mujeres, almizclados o amaderados para hombres.

¿Y qué ocurre con las personas no binarias o transgénero?

En un mundo que empieza a reconocer que el género no es binario ni exclusivamente biológico, también se investiga cómo varían los olores corporales en personas transgénero que reciben tratamiento hormonal. Estudios preliminares indican que la terapia de reemplazo hormonal puede modificar la composición del sudor, lo cual sugiere que el olor corporal está más ligado al perfil hormonal que al sexo asignado al nacer.

Así pues, aunque el olor corporal puede contener pistas químicas relacionadas con el género, no es un identificador fiable por sí solo. La percepción olfativa humana es demasiado subjetiva y está influida por múltiples factores fisiológicos, ambientales y culturales.

No obstante, en ciertas condiciones controladas, el cuerpo humano sí emite señales químicas que pueden correlacionarse con el sexo biológico o el estado hormonal, abriendo nuevas líneas de investigación en neurociencia, psicología y endocrinología.

 Textos y fotos: www.elmundoalinstante.com

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